Siempre has sido parte de las estadísticas. De los bajos o de los altos, de los que compran o de los que no. Ahora que te manifiestas en la red, que escribes en Twitter o en Facebook, muchas organizaciones saben más de ti. Los sistemas automáticos comienzan a extraer conclusiones de tu rastro en la red. Como en un nuevo estudio en el que se correlaciona la tendencia psicopática con determinados rasgos de Twitter.
Un análisis de cómo escribes en Twitter puede revelar si eres narcisista, maquiavélico o psicópata, de acuerdo con una investigación reciente. Algunos de los rasgos definitorios son: maldiciones, respuestas enojadas a otras personas incluyendo insultos y la palabra “odio”, el uso de la palabra “nosotros” en lugar de “yo”, el uso de puntos o el uso de palabras de relleno como bla, bla o ummm.
El autor del estudio, Chris Sumner piensa que
El FBI puede usarlo para señalar a los posibles infractores, pero creo que es mucho más útil para que los psicólogos lo usen para comprender a los grandes grupos de personas
El estudio es una respuesta a otro similar llamado “Hambriento como un lobo: un análisis de los patrones de palabras en el lenguaje de los psicópatas.”
El estudio se ha realizado con casi 3000 participantes que se puntuaban a sí mismos en la llamada Triada Oscura: narcisismo, psicopatía y maquiavelismo. Los resultados mostraron un número de correlaciones estadísticamente significativas entre la personalidad oscura del individuo y la actividad en Twitter. El estudio usó un modelo de aprendizaje automático para ir mejorando las predicciones. La actividad en Twitter fue traducida a números, en concreto 337 puntos numéricos que mostraban la frecuencia de tweets o las características lingüísticas entro otros. Los datos alimentaron un modelo de datos que se explotó con técnicas de datawarehouse o Big Data.
¿Hasta donde puede llegar este análisis? El propio Sumner es reticente. Técnicamente aparece el problema de los falsos positivos, las personas que aparecen como psicópatas y no lo son. Y en general, pasar de los estudios generales a los casos particulares es científicamente dudoso, además de plantear problemas morales y de privacidad.
Sólo porque alguien puntúe alto no quiere decir que sea un criminal. Usar esto para tratar de localizar a alguien que va a cometer un delito va a dar lugar a la captura de personas que no van a hacerlo. Pero en general es interesante. Se puede utilizar para ver grandes grupos de personas y preguntarse si cada vez somos más antisociales.
Hemos pasado a un mundo donde la privacidad escasea y nos hemos desnudado ante el público. Lo que escribo en la red puede permanecer en ella muchos años. Algunas conductas no son muy recomendables. Se da el caso de quien escribe: “Mañana tengo una entrevista para un trabajo espantoso en una empresa horrible” y resulta que el entrevistador ha leído el mensaje. Sin embargo, todo el mundo tiene derecho a ser un troll sin que por ello le persiga la policía. El debate está abierto: cada día somos más libres, pero los vigilantes automáticos no descansan.
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