La National Football League NFL, la mayor asociación profesional de football americano, ha donado la impresionante cantidad de 30 millones de dólares a los Institutos Nacionales de Salud americanos NIH para la investigación de los daños cerebrales. Detrás de la donación parece encontrarse la necesidad de enfrentar un hecho constatado: el football americano es un deporte muy rudo que ocasiona múltiples daños cerebrales.
El football americano es, junto con el baseball y el basket el deporte estrella en EE.UU. Un deporte espectáculo que atrae a las masas y mueve una cantidad ingente de dinero. El campeonato termina con la espectacular Super Bowl, seguida por millones de personas.
Los Institutos Nacionales de Salud NIH son un conglomerado de instituciones dependientes del gobierno americano que constituyen uno de los pilares en el mundo para la investigación médica. Sus 27 centros y su política de becas hacen progresar la investigación médica americana y mundial.
El acuerdo comienza con el estudio de los daños cerebrales leves y pretende abarcar todo tipo de problemas que afectan al cerebro. En el ámbito de la colaboración se encuentra el estudio de las lesiones deportivas, pero también las causadas por la intervención en combates como es el caso de la guerra de Afghanistan e Irak. A su vez se extenderá a el estudio del Alzheimer, verdadera plaga mundial, y otros daños neurodegenerativos.
Sin embargo, en el trasfondo del acuerdo subyace la no reconocida culpa de la NFL de que su deporte es muy lesivo para el cerebro.
El boxeo ha quedado estigmatizado hace años por su brutalidad y el evidente impacto negativo en el cerebro. A nadie puede extrañar los múltiples casos de boxeadores sonados. Lo que no era tan claro es que el football americano también produjese terribles lesiones. Aunque basta ver un partido para darse cuenta de la enorme violencia de los choques lo que necesariamente debe de afectar al cerebro. La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad degenerativa y progresiva que afecta a atletas y otras personas con un historial de traumas cerebrales.
De hecho, la pasada temporada se produjeron la friolera de 266 conmociones cerebrales y la temporada anterior 270.
3.400 ex-jugadores de football americano han presentado denuncias ante juzgados por los daños causados en la práctica de este deporte. La NFL siempre ha rechazado las demandas.
Que el football americano es peligroso para la salud cerebral es un hecho. La donación de la NFL pretende lavar su imagen además de mejorar la salud de los deportistas. La buena noticia es que todos nos podemos ver beneficiados con ello. No hay mal que por bien no venga.
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