domingo, 27 de enero de 2013

Escáner fMRI para investigar la respuesta cerebral de los perros

Un reciente estudio ha conseguido realizar por primera vez un escáner cerebral con resonancia funcional magnética fMRI a dos perros no sedados y en libertad.



¿Qué piensa mi perro cuando me mira con esa mirada tan adorable? ¿Qué quiere? ¿Me reconoce? ¿Sabe cuando estoy contento o furioso? ¿Tiene empatía, es decir, es capaz de ponerse en mi situación emocional y sentirse como yo alegre o triste? ¿Cuánto entiende del lenguaje con el que trato de comunicarme en él?

Cualquier dueño de un perro puede responder a estas preguntas. Y la respuesta será sin duda sesgada. Mi perro es muy listo y lo entiende todo. Hoy estamos un poco más cerca de responder de forma objetiva a estas preguntas. Se ha iniciado una serie de experimentos con perros en un escáner de resonancia magnética.

Una resonancia funcional magnética fMRI mide el consumo de oxígeno en cada parte del cerebro. A partir de ello se infiere que áreas están más activas en cada momento. Es la estrella de la neuroimagen y se realizan cientos de experimentos anuales para estimar qué partes del cerebro son responsables de cada conducta. La fMRI se realiza en un gran escáner en el que hay que introducir la cabeza y permanecer completamente quieto. Si nos movemos, la imagen sale borrosa y es inútil.

Para realizar el estudio se han usado dos perros, Callie, un Feist de 2 años y McKenzie, un Border Collie de 3 años. Los perros fueron entrenados durante meses para entrar en el escáner fMRI y mantenerse completamente inmóviles mientras se medía su actividad neural. En los estudios anteriores realizados con perros estos estaban sedados de modo que sus respuesta neurales eran atípicas. Es la primera vez que esto se realiza con perros no sedados ni atados. Para protegerse del ruido, los perros llevaban orejeras.

En este primer experimento se estudió la respuesta a los movimientos de la mano de su amo. Una señal significa que el perro recibiría una salchicha de regalo. Otra señal significa que el perro no recibiría nada. La región caudada del cerebro, que en los humanos está relacionada con la recompensa, se activaba con la primera señal y no con la segunda.
Estos resultados indican que los perros ponen mucha atención a las señales humanas. Y estas señales están en línea directa con el sistema de recompensa del perro.
El estudio es interesante por la relación especial del perro y el hombre. El perro es la primera especie domesticada por el hombre hace 10.000 años. Estudiar al perro es estudiar antropología humana. Nosotros creamos al perro, pero en alguna medida el perro nos creó a nosotros. El estudio versa sobre la cognición canina. También sobre la comunicación entre especies distintas y su cognición social.

Este es el primero de una serie de estudios. Parecen prometedores entre otras cosas por la actitud de sus protagonistas. Calli entraba en el escáner por su propio pie y a veces cuando no era su turno. Estaba deseosa de colaborar.

Artículo publicado originalmente en ALT1040

domingo, 20 de enero de 2013

Leer la mente, un libro de Jorge Volpi


Leer la mente es un fascinante libro del escritor mexicano Jorge Volpi en el que escudriña los misterios de la mente humana desde la perspectiva de un creador de ficción.



Una opinión extendida sostiene que la ficción no sirve para nada. Más aún, la ficción, como el arte en general, es valiosa porque es inútil, no tiene ningún propósito práctico y su único valor es el de proporcionar placer. En Leer la mente, Jorge Volpi se propone rebatir esta opinión y lo hace brillantemente a lo largo de las escasas ciento setenta páginas que contiene el libro.
Mi hipótesis central: si la ficción es una herramienta tan poderosa para explorar la naturaleza -y en especial la naturaleza humana-, es porque la ficción también es la realidad.
La ficción, la novela, los cuentos, las películas, el teatro, las series, los videojuegos no solo son útiles y prácticos. Son imprescindibles para el desarrollo del individuo y la especie humana. La ficción es un experimento mental que me permite vivir un mundo imaginario y buscar respuestas en él, expandir mi mente, hacerme más humano. En la ficción vivo en el otro, experimento sus miedos y alegrías, sus aciertos y fracasos. Una buena película no me hace pasar una buena tarde, cambia mi vida.

Uno de los productos de la imaginación soy yo mismo. Me invento, me construyo. Yo soy una ficción. Y más aún tú. Eres una ficción producto de mi mente. Naturalmente tú eres real y externo a mí, pero además eres una idea compuesta de otras ideas, de mis sensaciones sobre ti, de mis ideas previas, de mis necesidades y mis potencialidades. Yo soy una ficción y tú también. Aunque nos basamos en hechos ciertos y externos. Somos ficciones verdaderas. Una novela es una ficción que no es verdadera, aunque no necesariamente es falsa, es un simulacro de la realidad. Y si bien es cierto que todos somos ficciones, no lo es menos que todos somos creadores. Nuestro cerebro no reproduce la realidad exterior, la interpreta, la crea.

Tan provocador argumento es a su vez cierto. Volpi realiza una análisis de los temas más candentes en la neurociencia actual con un acento personal y provocador. La conciencia, el Yo o la memoria son algunos de los temas que trata. La bibliografía final recoge los más importantes títulos del estudio de la mente en la actualidad. Volpi es leído, erudito, ameno, genial.

Aunque el libro es excelente, contiene alguna imprecisión y superficialidad. Discrepo en concreto con su interpretación de la conciencia. Según él, la conciencia es la conciencia del Yo, la autoconciencia. A mi entender son cosas distintas. Soy consciente de la realidad y como parte de esa realidad, como parte muy importante, soy consciente de mí mismo. Volpi no desvela el enigma de la conciencia. si lo hiciera, el mundo se volvería hacia él. Nadie es capaz hoy de plantearse siquiera de forma adecuada el mayor misterio al que nos enfrentamos, el llamado problema difícil de la conciencia: por qué o cómo una realidad material, el cerebro, crea una realidad inmaterial (porque la conciencia es real), la mente. Estamos muy lejos de la solución.

La explicación de la memoria es por el contrario brillante. Exigimos a la memoria un esfuerzo para el que no está diseñada, recordar minuciosamente los detalles de nuestra historia, de las historias de los otros, de otras historias, de la Historia. Pero la memoria es caprichosa, se acuerda de lo que le place, de lo que es interesante, de lo que es emocionante. La memoria fabula y falla. Confundimos lo vivido con lo imaginado y con lo que hemos visto realizar a los otros. Y la memoria solo tiene un objetivo: predecir el futuro.
Pero el cerebro cuenta con un solo material a partir del cual dibujar los escenarios del porvenir -el pasado, por supuesto.
También habla de las ideas.
Solo los más ambiciosos y los más cínicos, empresarios, agentes y creadores, tienen la desfachatez de defender a ultranza los derechos de autor. Las ideas son un patrimonio común -todos somos piratas.
He leído muchos libros y artículos sobre el cerebro. Leer la mente no es un libro de divulgación al uso. Creado por un escritor, por un artista, explica de forma clarividente la mente humana. Y lo hace de una forma bella. Decenas de anécdotas, visiones personales, analogías y simbolismos ilustran una obra que en esencia es hermosa.

Artículo publicado originalmente en ALT1040

domingo, 13 de enero de 2013

Los prejuicios cognitivos disminuyen cuando pensamos en una lengua extranjera


Un estudio ha demostrado que resolver problemas pensando en una lengua extranjera reduce los prejuicios o sesgos cognitivos.


En economía, el cerebro no es lógico, es psicológico

En general nuestro pensamiento es lógico solo a medias. Manifestamos una gigantesca cantidad de prejuicios cognitivos a la hora de tomar decisiones. Estos han sido estudiados y sometidos a experimentación y vienen a concluir que dependiendo de nuestro estado y la forma de presentar la información, descartamos la solución más lógica con frecuencia y nos inclinamos por decisiones sesgadas.
Estos sesgos son tan importantes que sus estudios han merecido la concesión de dos Premio Nobel. Maurice Allais, Premio Nobel de Economía de 1988 estableció lo que se llamaría la paradoja de Allais. Más tarde, Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía en el 2002) y Amos Tversky postularon la teoría de las perspectivas.
Ambos muestran la falta de coherencia entre las decisiones que toman los sujetos con la utilidad esperada. Esto introduce fundadas sospechas sobre la cientificidad de las decisiones en economía.

Algunos prejuicios comunes

El más conocido es la lotería o las quinielas. En juegos de azar donde existe la banca, con un número de jugadas suficiente, siempre gana la banca. La esperanza matemática es que de cada 100 euros que jugamos perdemos 30 que se lleva la banca o la hacienda pública. Pero millones de personas en el mundo participan en estos juegos.
Según la teoría de la perspectiva, no actuamos en abstracto, objetivamente, de forma absoluta, sino que lo hacemos en un marco de referencia. Comparamos con nuestro punto de partida. Así, arriesgamos para no perder, pero cuando se trata de ganar, optamos por lo seguro.
El efecto de la dotación dice que valoramos más lo que poseemos que aquello de igual valor que no poseemos.
La aversión a las pérdidas hace que sea mayor la insatisfacción por perder 100 euros que la satisfacción por ganarlos.
Veamos el siguiente ejemplo. 600 personas pueden verse afectadas por una enfermedad.
  • La opción A salva la vida a 200 personas.
  • La opción B tiene una probabilidad del 33% de salvar la vida a las 600 personas y un 66% de que todos mueran.
La probabilidad es la misma en ambas opciones, pero la mayoría de los sujetos elige la A.
El mismo dilema expuesto de otra forma.
  • La opción C lleva a la muerte a 400 personas.
  • La opción D tiene una probabilidad del 33% de que no muera nadie y el 66% de que mueran 600.
En este caso, la mayoría elige la opción D (equivalente a la B) frente a la C (igual que la A)

La lengua extranjera

Podría parecer que pensar en una lengua extranjera introduce aún más caos, incertidumbre y sesgo cognitivo.
Sin embargo el nuevo estudio afirma lo contrario. La manipulación en la forma de presentar la información en la lengua nativa se confirma como en todos los experimentos anteriores. Pero cuando la manipulación se presenta en una lengua extranjera, los sujetos no se ven tan influenciados por la manipulación.
Proponemos que este efecto ocurre porque una lengua extranjera proporciona una mayor distancia cognitiva y emocional que la lengua nativa.
Más vale pájaro en mano que ciento volando. Mejor malo conocido que bueno por conocer. ¿Seguro?

Artículo publicado originalmente en ALT1040

lunes, 7 de enero de 2013

La música ¿es un invento cultural o está en nuestros genes?

Dos psicólogos, Gary Marcus y Geoffrey Miller debaten sobre el origen de la música sosteniendo posturas opuestas. Uno argumenta que no hay genes musicales, que la música es un producto cultural como muchos otros. Otro sostiene que la música es producto de la evolución con el objetivo de encontrar pareja reproductiva.
Puesto que ni la capacidad de disfrutar ni la de producir notas musicales tienen la menor utilidad para el hombre en sus hábitos cotidianos, hay que clarificarlas entre las facultades más misteriosas de las que está dotado. Charles Darwin

La música como cultura

La música es un producto cultural universal. Los instrumentos musicales más antiguos tienen más de 35.000 años. Los niños la aprenden sin dificultad. Aunque las distintas músicas suenen muy diversas, en realidad contienen muchos elementos comunes. Todas las las culturas cantan, tocan tambores y bailan y hay muchos conceptos iguales como el ritmo, el baile, el tono musical, las escalas, la repetición de estructuras y los cambios de timbre para expresar emociones.

¿Es tan generalizada la música como para decir que es universal? ¿Y si es universal, está en nuestros genes?

En realidad, 35.000 años es un suspiro en la historia evolutiva humana. Aunque se trata de más de 1.000 generaciones, solo supone un 0,1% del tiempo que los mamíferos llevan sobre la tierra. Todo el mundo aprende a hablar pero no todo el mundo aprende a cantar. Algunos no son capaces de reproducir las canciones más comunes y muy pocos aprenden instrumentos. La música es muy común, pero no tan universal como el lenguaje.

Hemos nacido para escuchar el lenguaje y los sonidos musicales suenan parecidos al lenguaje. Los bebés prefieren el lenguaje y le prestan mas atención que a la música. Los músicos son grandes ingenieros que construyen cosas que la gente quiere, con cerebros que evolucionaron antes de que la tecnología existiera. Hay grandes áreas del cerebro que se activan con la música, pero no están dedicadas a ella. La música, la lectura o los videojuegos usan regiones que ya tenían otras funciones.

Los genes de la música

En otro lugar, Darwin dijo:
Existen pocas dudas de que el orador apasionado, el bardo o el músico, cuando con sus variados tonos y cadencias excita las más intensas emociones de sus oyentes, usa los mismos mecanismos por los cuales sus antecesores medio humanos levantaban en el otro ardientes pasiones durante el cortejo y la rivalidad.
Los beneficios reproductivos son claros. Los músicos atraen más a las parejas sexuales que los no músicos. También se ve en otras especies: canciones de los insectos, ranas, pájaros, ballenas y gibones. Aunque en general solo cantan los machos, en la especie humana los dos sexos cantan. Ambos son exigentes para buscar una relación duradera que es la que da más hijos. Ambos usan arte, bromas, música o virtudes morales. En algunas otras especies, pocas, los dos sexos cantan como algunos pájaros y gibones.

Dado que somos los únicos grandes simios con aptitudes para el ritmo y la melodía, es probable que sea una adquisición reciente y no haya áreas cerebrales dedicadas a la música. Las áreas musicales en los humanos se superponen con otras habilidades. Como involucran muchas regiones, se entiende que alguien dotado para la música tiene un cerebro en general bien estructurado y merece la pena para su pareja sexual. Además, el contenido de las canciones versa en general sobre amor, algo que parece indicar que es la atracción sexual y el romanticismo una de sus bases, algo que no se ve tanto en otras creaciones culturales.

Pero, ¿se han encontrado genes musicales?

No hay muchas investigaciones sobre genes y música. Como una habilidad general, no se puede encontrar un gen específico que explique la música sino miles de genes. Los que se han encontrado, están también relacionados con otras habilidades humanas no musicales.
Puede haber dos tipos de genes. Unos relacionados con el talento musical. Dado que hay más de medio millón de bases de ADN relacionas con la inteligencia general, un número grande debe estar relacionado con el talento musical.

Los genes relacionados con la la capacidad humana no presente en otras especies deben de ser muy pocos. Si descubrimos que existen en el hombre y en el Neanderthal, sabremos que los genes musicales han aparecido en los últimos 200.000 años, cuando nuestras especies se separaron.

El apasionado debate está lejos de concluir y muestra un hecho sorprendente: la música es omnipresente en nuestro mundo pero apenas ha sido estudiada biológicamente.

¿Y tú, qué opinas? Es la música un producto cultural como otros o nacemos predispuestos a la música.

Artículo publicado originalmente en ALT1040