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domingo, 19 de febrero de 2012

Juicio al cerebro


Los recientes avances en neurociencia comienzan a tener implicaciones en los juicios y los sistemas legales. La poca fiabilidad de la memoria de los testigos, la utilización de escáner cerebral, el cerebro adolescente, la adicción a las drogas, o los cerebros con malformaciones plantean nuevos retos a la justicia. 

Y en un orden filosófico más profundo late la pregunta ¿Somos responsables de nuestros actos? En el reciente congreso de la Society for Neuroscience SfN, el más grande del mundo, se planteó el simposio “The Brain on Trial: Neuroscience and the Law”.

La memoria de los testigos

La reciente ejecución de Troy Davis se basó entre otras cosas en el testimonio de los testigos. Con el tiempo siete de los nueve testigos cambiaron su testimonio. La ronda de identificación fue irregular y parece que los recuerdos de los testigos fueron claramente contaminados.
 
En una serie de estudios clásicos Elizabeth Loftus demostró lo sencillo que es manipular los recuerdos. La memoria no es fotográfica, es siempre una reconstrucción, una recreación que se altera por las circunstancias del momento y las sucesivas invocaciones. Además es fabulativa: rellenamos las lagunas para relatar un recuerdo coherente. Algunos de los experimentos de Loftus son demostrativos. Después de ver un vídeo, se preguntó a unos sujetos experimentales ¿a qué velocidad iba el coche rojo al colisionar con el blanco? y a otros sujetos ¿a qué velocidad iba el coche rojo al machacar al blanco? Para los segundos, la velocidad era significativamente mayor. En otro de los estudios, se presentó a los sujetos informes por escrito de cuatro acontecimientos de su infancia. Uno era falso, pero contado por un familiar cercano. Un tercio de los sujetos afirmaban recordar el acontecimiento falso.

En otra serie de experimentos, los sujetos observaron a otros realizar unas acciones simple y ellos mismos realizaron otras. Al cabo de un tiempo, los sujetos no sabían cuales habían realizado ellos y cuales habían visto. Con frecuencia confundimos lo que nos ha sucedido, lo que hemos visto y lo que hemos imaginado.

El escáner cerebral

El polígrafo (también llamado detector de mentiras) se inventó en 1921. Se ha usado con frecuencia en los juicios y dependiendo de cada país se admite como prueba o no. El último en usarlo ha sido Alberto Contador.

El escáner cerebral mediante resonancia funcional magnética fMRI permite en esencia saber qué áreas del cerebro son más activas durante una determinada tarea. Es lo más próximo a leer la mente que existe. Es una poderosa herramienta aunque extraer conclusiones de un fMRI es muy debatible

Aunque aún está lejos de ser usado como prueba, según un juez de EE.UU:
Los datos no se pueden aceptar… porque no cumplen las directrices de evidencia científica… no obstante, la detección de mentiras basada en fMRI… es una metodología que puede ser considerada admisible en el futuro, después de mejorar las pruebas, el desarrollo y la revisión de expertos para aumentar su nivel.
El fMRI tiene otras implicaciones. Una de ellas es el estado de coma. Si el fMRI indica que un sujeto no está en coma ¿se le puede retirar la asistencia artificial que lo mantiene en vida?
Otra implicación de fMRI es la detección de anormalidades en el cerebro.

El cerebro criminal, adolescente o adicto

¿Existe un cerebro criminal? En general no, pero hay casos en que esta pregunta debe ser considerada. Como el caso de un profesor pedófilo con un tumor que perdió sus hábitos delictivos cuando este fue extirpado. Es raro encontrar una correlación tan clara, pero a veces ocurre. ¿Y en los psicópatas? Estos se caracterizan por tener poca empatía, por no ser capaces a ponerse en el lugar del otro. Tienen una amígdala (responsable de las emociones, ansiedad y miedo) menor aunque distinguen lo bueno de lo malo. El caso de los actos compulsivos es distinto: suelen ser personas con la corteza prefrontal (responsable de la planificación de los actos, pero también de la inhibición de los instintos) disminuida.

La adicción, causa de muchos delitos, secuestra el sistema de recompensas y conduce a una búsqueda compulsiva de la droga a pesar de las malas consecuencias que ello conlleve.

Especial relieve tiene el cerebro adolescente. El Tribunal Supremo de EE.UU ha decidido que no se puede condenar a pena capital a los adolescentes porque su cerebro es inmaduro. Y en efecto, el cerebro no para de madurar hasta los veinte años. Los adolescentes están aprendiendo las normas sociales y tienen dificultades para predecir las consecuencias de sus actos. En un estudió se mostró que tardan 300ms más que los adultos en decidir si algo es bueno o malo y las áreas cerebrales involucradas son muy distintas.

La réplica y el libre albedrío

La fMRI es una herramienta poderosa, pero las conclusiones extraídas a partir de ellas pueden resultar infundadas. Hoy es fácil confundir a un detector de mentiras ¿cómo? Pensando en otra cosa o simplemente pensando en mover un dedo.

¿Fue el cerebro o fue la persona la que cometió el crimen? Se trata de una falsa dicotomía: somos nuestro cerebro.

La ciencia puede proporcionar hechos, pero es la sociedad la que tiene que emitir un juicio sobre ellos.
En última instancia ¿somos responsables de nuestros actos? ¿existe el libre albedrío? Porque si la respuesta es no, ¿qué sentido tiene el castigo? Pero este es otro asunto.

Publicado originalmente en ALT1040

jueves, 22 de septiembre de 2011

La ejecución de Troy Davis y los testigos.

Hoy ha sido ejecutado Troy Davis. No voy a entrar en el debate sobre la pena de muerte porque no hay tal debate. Es un homicidio. Quiero escribir sobre los testigos.
Las noticias hablan de que sorprendentemente siete de los nueve testigos han cambiado su testimonio. ¿Es fiable lo que dicen los testigos?
Según The New York Times:
Los errores graves en el caso de Davis han sido numerosos y surgieron muchos de la identificación por testigos. La policía de Savannah contaminó los recuerdos de cuatro testigos reconstruyendo el crimen con ellos presentes de modo que sus opiniones se dirigieran a una persona del grupo. La policía mostró a algunos de los testigos fotografías del señor Davis incluso antes de la ronda de identificación. Su imagen en la ronda de identificación tenía un fondo diferente. La ronda de identificación fue realizada por un oficial de policía que participó en la investigación, aumentando la posibilidad de influir en los testigos.
Estudios sobre la fiabilidad de los recuerdos.
En un conocido estudio, Loftus y su colega Jacqueline Pickrell dieron a los sujetos experimentales informes por escrito de cuatro acontecimientos, tres de los cuales habían experimentado realmente. La cuarta historia era ficción: trataba del sujeto experimental perdido en una gran superficie cuando él o ella tenía entre cuatro y seis años de edad. Un familiar proporcionaba detalles realistas de la falsa historia, tales como la descripción del centro comercial en la que los padres del sujeto compraban. Después de leer cada historia, a los sujetos se les pidió que escribieran qué más recordaban del incidente, o si no lo recordaban en absoluto. Sorprendentemente alrededor de un tercio de los sujetos dijeron que recordaban parcial o totalmente el acontecimiento falso. En dos entrevistas de seguimiento, el 25 por ciento afirmó que aún se acordaban de la historia falsa.
En otro experimento los sujetos observan a otros individuos realizando acciones simples. Con el tiempo, los sujetos no sabían si habían realizado los acciones ellos mismos o las habían visto realizar. De hecho, nos cuesta distinguir si hemos realizado la acción, la hemos imaginado o hemos visto a otro realizarla.

Según José Conde, abogado, en España la opinión de los testigos no es tan importante, como escribe en un comentario a la entrada "Neurociencia, leyes y tribunales. El detector de mentiras" de este blog:
El artículo parte de una premisa que, en puridad, es mas que discutible desde un punto de vista judicial forense: que el testimonio es esencial a la hora de juzgar.
Lo cierto es que -al menos en nuestro ámbito de derecho español, o incluso europeo- el testimonio de testigos o de las propias partes interesadas en el juicio es bastante accesorio, es decir complementario de otras pruebas más "científicas" (se ha acuñado incluso el concepto de policía científica) y nunca elemento fundamental del fallo o veredicto.

El debate sobre el valor del testimonio es muy vivo en EEUU. El tribunal supremo de New Jersey está revisando el modo de tratar el testimonio en los juicios y otros estados están siguiendo el mismo camino. Los tribunales están escuchando a la ciencia.
Los jurados tienden a dar más peso al testimonio de testigos que dicen que están muy seguros de su identificación, aunque la mayoría de los estudios indican que los testigos muy seguros en general, sólo son un poco más precisos y, a veces no más que los que tienen menos seguridad.
La memoria es poco fiable y las evidencias de ello son muchas..
En un 75% de los casos en los que las pruebas de ADN han cambiado un veredicto, existió una identificación incorrecta por parte de los testigos.
Estos llamados recuerdos falsos pueden ser implantados intencionalmente o accidentalmente por deficientes métodos de interrogatorio. "La mala información tiene el potencial para invadir nuestra memoria cuando hablamos con otras personas, cuando somos interrogados sugestivamente o cuando leemos o vemos en los medios de comunicación algún evento sobre el que podamos tener nosotros mismos alguna experiencia"
En una identificación por un testigo influye muchos factores.
  • Durante cuanto tiempo vio el testigo el suceso
  • Cuánto tiempo después del crimen, se le pidió al testigo que identificara a un sospechoso
  • Distancia entre los sospechosos,
  • El testigo realizó una identificación desde la parte trasera de un coche de policía a cientos de metros de distancia del sospechoso en un estacionamiento con poca luz en medio de la noche.
  • Los testigos han cambiado sustancialmente la descripción de un autor (incluyendo información clave, tales como altura, peso y presencia de barba) después de que supieran más acerca de un sospechoso concreto.
  • Testigos que sólo se realizan una identificación después de las múltiples fotos o rondas de identificación - y luego hacen identificaciones vacilantes (diciendo que "pensaban" que la persona "podría ser" el autor, por ejemplo), pero que en el juicio se dice al jurado que el testigo no había dudado en la identificación de los sospechosos.
  • Estrés extremo testigo en la escena del crimen o durante el proceso de identificación.
  • Presencia de armas en el delito (ya que pueden intensificar el estrés y distraer a los testigos).
  • El uso de un disfraz por el autor como una máscara o una peluca.
  • Una disparidad racial entre el testigo y el sospechoso.
  • Falta de características distintivas de los sospechosos, como los tatuajes o altura extrema.
Lamenteblemente, para Troy Davis ya nada importa.

    domingo, 8 de mayo de 2011

    Cómo engañar a un detector de mentiras basado en fMRI

    ¿Es posible engañar a un detector de mentiras basado en un escáner fMRI? Sí, con facilidad.
    La resonancia funcional magnética fMRI es una herramienta de gran utilidad en el estudio del cerebro. Recientemente se ha postulado como detector de mentiras. Varias compañías comerciales ofrecen el servicio y ha habido debates en juicios sobre su uso, aunque siempre ha sido rechazado.
    Los estudios sobre su eficacia han sido contundentes hasta la fecha. Su fiabilidad es del 100%. Sin embargo, en un nuevo estudio en el que se enseña a los sujetos a engañar al detector de mentiras, la fiabilidad cae hasta el 33%.
    En el estudio se ha usado un paradigma clásico de detección de mentiras.
    Veintiséis participantes fueron sometidos a un escáner fMRI mientras se les mostraban seis fechas una a una. Para cada fecha debían de pulsar un botón si se trataba de la fecha de su nacimiento. En el primer caso se les pidió que dijeran la verdad, se les presentaron seis fechas que no eran las de su nacimiento y dijeron la verdad: no. En el segundo caso se les presentaba entre las fechas la de su nacimiento y debían mentir: decir que no a todas. Esta prueba se parece a los casos reales de los juicios en los que a un sospechoso se le presentan varios cuchillos y debe de decir si alguno es suyo (si el detector de mentiras nota que el sospechoso se pone nervioso a la vista del cuchillo del crimen, cabe inferir que es su cuchillo).
    Cuando los participantes mentían y decían no a la vista de la fecha de su nacimiento, la mentira se reflejaba en su actividad neural. Ambos lados de la parte más frontal del cerebro se activaban. Centrándose en la actividad de estas áreas, un algoritmo podía adivinar con una exactitud del 100% que el participante mentía. 


    Hasta aquí lo ya conocido. En el nuevo experimento se les enseñó a mentir de una sencilla forma. Debían de mover ligeramente el dedo de una mano o de un pié en 3 de las 6 fechas irrelevantes. Esto producía actividad neural similar a la producida al mentir de modo que el algoritmo ya solo detectaba un 33% de las mentiras en lugar del 100%. El escáner no distinguía entre mentir delante de la fecha de nacimiento o mover el dedo delante de una fecha irrelevante.
    La resonancia funcional magnética fMRI es una poderosa herramienta de investigación y es probable que acabe utilizándose en los juicios para detectar la huella neural del crimen, pero antes de que esto ocurra ha de superar muchas pruebas y refinar sus resultados.

    domingo, 12 de septiembre de 2010

    Neurociencia, leyes y tribunales. El detector de mentiras.

    Los avances en neurociencia, en concreto en neuroimagen, así como el mayor conocimiento de los estados y procesos mentales comienzan a tener influencia en los tribunales donde el detector de mentiras empieza a llamar a la puerta.
    El interés cada día mayor se refleja en los distintos blogs que recogen informaciones al respecto. The Law and Neuroscience Blog ; StanfordLawSchool ; AbaJournal ; Neuroethics & Law Blog ; Wired

    La memoria reconstructiva: confabulando el pasado, simulando el futuro y La memoria es un mal testigo son dos excelentes artículos que ponen en duda la fiabilidad de la memoria y por lo tanto la del testigo de un juicio.
    "Recordar no es una función completamente independiente y distinta de percibir, imaginar o incluso del pensamiento constructivo, sino que tiene relaciones íntimas con ellos ... El recuerdo que uno tiene de un acontecimiento refleja una mezcla de la información codificada en el momento en que ocurrió, además de inferencias basadas en el conocimiento, expectativas, creencias y actitudes procedentes de otras fuentes."
    Grabamos un acontecimiento en nuestra memoria según nuestra situación anímica e intelectual del momento. Destacamos algunos rasgos y acentuamos otros de modo que cuadren mejor con nuestra forma de pensar, modificamos los recuerdos cuando los traemos a la mente, los cambiamos con nuevas informaciones y finalmente los recordamos distintos según el contexto y la forma de ser preguntados. El testimonio es esencial en un juicio y sin embargo sabemos que la probabilidad de que sea erróneo es alta.

    El escaner cerebral mediante resonancia funcional magnética fMRI es la joya de la neuroimagen. Permite en esencia saber que áreas del cerebro son más activas durante una determinada tarea. Es lo más próximo a leer la mente que existe. Se puede averiguar dónde ha estado una persona (eligiendo entre pocas localizaciones), en qué objeto pensaba (entre unos pocos) o qué está viendo (algunas letras). Su precisión es tosca y requiere un análisis estadístico porque las distintas imágenes del mismo hecho no coinciden plenamente. En los últimos tiempos se ha planteado como detector de mentiras en los tribunales. Siempre ha sido rechazado, pero el camino está abierto. Además de saber qué áreas se activan en el cerebro ante la presentación de un estímulo (visual, auditivo...) es necesario saber qué significa la activación: ¿reconoce el estímulo?, ¿no lo reconoce?, ¿se sorprende?... El caso más sonado hasta la fecha, el de un juzgado de Tennessee,  ha sido seguido por varias publicaciones y blogs: SEED, WiredEl País, Neurologica o Mind Hacks. La conclusión del juez:
    los datos no se pueden aceptar... porque no cumplen las directrices de evidencia científica... no obstante, la detección de mentiras basada en fMRI... es una metodología que puede ser considerada admisible en el futuro, después de mejorar las pruebas, el desarrollo y la revisión de expertos para aumentar su nivel.
    Un caso adicional de aplicación del fMRI es el de los pacientes en coma o en estado vegetativo persistente. Según la legislación de distintos países, es posible en estos casos retirar el tratamiento que mantiene artificialmente la vida del paciente. Pero, ¿qué ocurre si una de las partes pide un escaner cerebral para demostrar que el paciente está consciente? ¿Cómo se determina la conciencia a través del fMRI? Es el caso que se muestra en Neuroimaging and the Withdrawal of Life-Sustaining Treatment from Patients in Vegetative State

    Quizá se pueda avanzar más en la especulación. ¿Y si quedara demostrado que no existe el libre albedrío, que no somos dueños de nuestros actos? Las leyes se basan en nuestra capacidad de elegir, en nuestra responsabilidad. ¿Y si no somos responsables?

    domingo, 18 de abril de 2010

    El juicio moral puede cambiar influído por imanes.

    El equipo de Álvaro Pascual Leone (ver vídeos I y II) del MIT trabaja con estimulación transcraneal magnética (TMS). Aplicando un campo magnético en la cabeza, se puede modificar temporalmente el estado de las neuronas del área que se encuentra debajo produciendo un cambio de comportamiento.
    La investigación dirigida por Rebecca Saxe (del mismo equipo de Álvaro Pascual Leone) aplica esta técnica a los juicios morales.
    Cuando evaluamos la bondad moral de una acción, nos basamos en la intención del autor más que en el resultado. Nuestro sistema judicial también aprecia la intención de dañar y no sólo las consecuencias.
    Los niños menores de 6 años tienden a evaluar sólo las consecuencias sin tomar en cuenta las intenciones.
    La unión tempoparietal derecha (RTPJ) que se halla detrás y encima del oído está activa cuando pensamos en las intenciones, pensamientos y creencias de los otros. Cuando juzgamos moralmente a los otros, RTPJ está activa. En el presente experimento, se modifica el juicio moral de los participantes alterando con estimulación TMS la zona mencionada RTPJ.
    Se presenta una situación moral a los sujetos. María pone azúcar/veneno en el café de un compañero. Las posibilidades son:
    1. Pone veneno y sabe que es veneno
    2. Pone veneno y cree que es azúcar
    3. Pone azúcar y cree que es veneno
    4. Pone azúcar y sabe que es azúcar
    Dado que prima la intención, juzgaremos moralmente reprobables las situaciones 1 y 3 que indican que María quiere envenenar a su compañero independientemente del resultado.
    Los participantes en el experimento que no reciben estimulación TMS en la unión tempoparietal derecha (RTPJ) juzgan de acuerdo a los criterios habituales. En cambio, los que reciben unos pulsos magnéticos durante la decisión, tienen alterado el comportamiento de la RTPJ, no son capaces de evaluar correctamente la situación del otro y responden que las situaciones moralmente reprobables son la 1 y la 2 en las que el resultado y no la intención es lo que manda.
    Algunos comentarios de los experimentadores:
    "Se piensa en la moral como una función mental de muy alto nivel. Ser capaz de aplicar (un campo magnético) a una región específica del cerebro y cambiar la moral y juicios de las persona es realmente asombroso."
    "No cambia completamente los juicios morales de la gente, pero los manipula"
    "Nuestros juicios morales no son el resultado de un solo proceso, aun cuando se sienten como una cosa uniforme. Son más bien una mezcolanza de juicios que compiten en conflicto y acaban revueltos en lo que llamamos juicio moral"
    Respecto a esta última afirmación, es de notar su aplicación a cualquier comportamiento humano. Es el resultado de múltiples procesos producidos por múltiples áreas que terminan en un resultado que el cerebro quiere creer único y coherente.
    Una parte importante de la experimentación es que primero se detectó con Resonancia Magnética fMRI el área involucrada RTPJ y ahora se ha pasado de la observación a la manipulación con la TMS.
    Álvaro Pascual Leone expone con claridad el mecanismo TMS y expresa interesantísimas opiniones en las entradas relacionadas:
    Entrevista con Alvaro Pascual Leone.
    Entrevista con Alvaro Pascual Leone II. Más vídeos y comentarios. 
    También puedes consultar Neurociencia, leyes y tribunales. El detector de mentiras.