La investigación dirigida por Rebecca Saxe (del mismo equipo de Álvaro Pascual Leone) aplica esta técnica a los juicios morales.
Cuando evaluamos la bondad moral de una acción, nos basamos en la intención del autor más que en el resultado. Nuestro sistema judicial también aprecia la intención de dañar y no sólo las consecuencias.
Los niños menores de 6 años tienden a evaluar sólo las consecuencias sin tomar en cuenta las intenciones.
La unión tempoparietal derecha (RTPJ) que se halla detrás y encima del oído está activa cuando pensamos en las intenciones, pensamientos y creencias de los otros. Cuando juzgamos moralmente a los otros, RTPJ está activa. En el presente experimento, se modifica el juicio moral de los participantes alterando con estimulación TMS la zona mencionada RTPJ.
Se presenta una situación moral a los sujetos. María pone azúcar/veneno en el café de un compañero. Las posibilidades son:
- Pone veneno y sabe que es veneno
- Pone veneno y cree que es azúcar
- Pone azúcar y cree que es veneno
- Pone azúcar y sabe que es azúcar
Los participantes en el experimento que no reciben estimulación TMS en la unión tempoparietal derecha (RTPJ) juzgan de acuerdo a los criterios habituales. En cambio, los que sí reciben unos pulsos magnéticos durante la decisión, tienen alterado el comportamiento de la RTPJ, no son capaces de evaluar correctamente la situación del otro y responden que las situaciones moralmente reprobables son la 1 y la 2 en las que el resultado y no la intención es lo que manda.
Algunos comentarios de los experimentadores:
"Se piensa en la moral como una función mental de muy alto nivel. Ser capaz de aplicar (un campo magnético) a una región específica del cerebro y cambiar la moral y juicios de las persona es realmente asombroso."
"No cambia completamente los juicios morales de la gente, pero los manipula"
"Nuestros juicios morales no son el resultado de un solo proceso, aun cuando se sienten como una cosa uniforme. Son más bien una mezcolanza de juicios que compiten en conflicto y acaban revueltos en lo que llamamos juicio moral"
Respecto a esta última afirmación, es de notar su aplicación a cualquier comportamiento humano. Es el resultado de múltiples procesos producidos por múltiples áreas que terminan en un resultado que el cerebro quiere creer único y coherente.
Una parte importante de la experimentación es que primero se detectó con Resonancia Magnética fMRI el área involucrada RTPJ y ahora se ha pasado de la observación a la manipulación con la TMS.
Álvaro Pascual Leone expone con claridad el mecanismo TMS y expresa interesantísimas opiniones en las entradas relacionadas:
Entrevista con Alvaro Pascual Leone.
Entrevista con Alvaro Pascual Leone II. Más vídeos y comentarios.
También puedes consultar Neurociencia, leyes y tribunales. El detector de mentiras.
Me parece muy interesante tu blog, y en particular este artículo. Me extraña que no tenga comentarios, y que aún existan dudas sobre las implicaciones que la neurociencia tendrá sobre la justicia y la moralidad. Sobre el tema del libre albedrío, cada vez está más claro que es una ilusión. Enhorabuena por tu blog
ResponderEliminarGracias Miguel.
ResponderEliminarCreo, en efecto, que la neurociencia matizará cada día más los conceptos de justicia y moralidad y en elgún caso los cambiará de raíz.
He visto tu blog http://memoriasdesoledad.blogspot.com/ y me gustan muchas de las películas de las que hablas. Suerte.