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lunes, 17 de noviembre de 2014

El poder de la ovulación oculta

Este artículo podría tener otros títulos. La ovulación oculta, base de la sociedad. O bien En el sexo lo que más importa es el tamaño (del cerebro). O como sugiere un nuevo estudio,Cuando las mujeres están en la parte fértil del ciclo, prefieren hombres guapos y el resto del tiempo los prefieren protectores. Veamos por qué.

El 95% de los mamíferos no forma relaciones estables de pareja. El periodo fértil del ciclo ovulatorio femenino es evidente y reconocido por todos los miembros de la comunidad. Durante este tiempo la hembra copula todo lo que puede, con frecuencia con múltiples machos. Después los machos se alejan y no cooperan en la crianza de la prole. Fuera del periodo fértil, los machos y hembras no se relacionan. El macho está siempre dispuesto para copular.
¿Qué ocurre en una situación ancestral en la que no existe la ciencia y de la que provienen nuestros genes? Poco cambia para el macho en la especie humana. Siempre está dispuesto. Pero en el caso de la mujer la historia es muy distinta. La ovulación está oculta tanto para hombres como para las mismas mujeres (aunque las mujeres puedan tener alguna sensación especial, solo la ciencia y contar los días sirve para saber en que momento es fértil). El motivo para que, durante la evolución, la ovulación se haya ocultado es el tamaño del cerebro.
El cerebro humano es muy grande. El parto es complicado en la especie humana: una gran cabeza debe pasar por un orificio estrecho para ello: el canal del parto. Como consecuencia,el bebé nace inmaduro. Su cerebro crece mucho después de nacer. La mujer no puede criar ella sola a la prole. Necesita al hombre para hacerlo. El hombre debe de criar a sus hijos (sea directamente, o proporcionando comida y cobijo) o de lo contrario estos morirán y el hombre no perpetuará sus genes.
¿Cómo se consigue que el hombre permanezca al lado de la mujer durante la crianza? Ocultando la ovulación (insisto en que no es voluntario y la ocultación es tanto para el hombre como para la mujer). En contra de lo que ocurre en los animales, la mujer está siempre receptiva ya que no sabe si quedará preñada o no. Y si el hombre se queda en casa, copulará con frecuencia (no tiene que esperar al periodo fértil de la hembra como los animales) y no gastará recursos criando a la descendencia de otro macho. De hecho, la especie humana es única en el sentido de que copula permanentemente y no como los animales que lo hacen solo cuando la hembra es fértil. De este modo nace la familia humana, de la necesidad de que le hombre colabore en la crianza de los hijos.
Ahora nuevos estudios reflejan que la mujer tiene dos formas de escoger al hombre. Por cierto, realizados por mujeres investigadoras.
De acuerdo con la hipótesis de apareamiento dual, las mujeres tienen dos conjuntos de elección de pareja que se sobreponen: uno conduce a la preferencia por hombres sexualmente deseables que tienen genes de alta aptitud y otro que conduce a preferir a hombres que invierten en la mujer y sus hijos.
¿Qué hombres son sexualmente deseables y tienen genes de alta aptitud? Según otros estudios, está claro: guapos, musculados, masculinos, con voz varonil, y comportamiento socialmente dominante.
En el estudio se midió el comportamiento de 41 parejas heterosexuales. En una entrevista inicial se pidió a las mujeres que evaluaran a su pareja en su grado de atractivo. Se tomaron fotografías de la cara y el cuerpo de los hombres y otro grupo de mujeres los evaluó independientemente. Después se entrevistó a las mujeres en la parte alta del ciclo ovulatorio (cuando podían quedar embarazadas) y en ciclo bajo. La ovulación fue confirmada mediante pruebas de la hormona luteinizante que predice con fiablidad la fertilidad.
En relación a la propia pareja, se hicieron evaluaciones a las mujeres del estilo de “El sentimiento de atracción sexual por mi pareja”, “El pensamiento de que mi pareja es físicamente atractiva” o “La búsqueda de relaciones sexuales con su pareja”.
En relación a hombres que no fueran su pareja, se evaluó lo siguiente: “Noté hombres atractivos en todo el campus o en la ciudad”, “Coqueteé con alguien a quien no conozco”, “Coqueteé con conocidos”, “Me sentí físicamente atraída por alguien a quien no conozco” o “Me sentí físicamente atraída por un conocido”.
¿El resultado? Cuanto menos atractivo encuentran las mujeres a su pareja menos inclinadas están a relacionarse con él en la parte fértil del ciclo. Las mujeres incluso son más críticas con los defectos de su pareja en los periodos de alta fertilidad. Y en contraposición, cuanto menos atractivo encuentran las mujeres a su pareja más inclinadas están a relacionarse otros hombres en la parte fértil del ciclo. En el caso de las mujeres que piensan que su pareja es atractiva, se sienten más próximas a él cuando están en la parte alta del ciclo. Y por último, el ciclo ovulatorio no tiene efecto en las relaciones a largo plazo sean estas con hombres atractivos o no.
Ocultar la ovulación ha sido determinante en el desarrollo de las sociedades humanas y aún contiene misterios que nos dejan perplejos.

sábado, 27 de octubre de 2012

Moscas rechazadas sexualmente prefieren el alcohol


Según un estudio publicado en Science, los machos de la mosca de la fruta que son rechazados sexualmente prefieren las bebidas alcohólicas.

No somos como las moscas ¿o sí? Un macho de la especie humana es rechazado sexualmente por una hembra. Despechado, va al bar y comienza a beber. Suena bastante familiar. Resulta que esto es el o que ocurre en la mosca de la fruta, la famosa Drosophila melanogaster, animal favorito de experimentación ya que entre otras cosas su genoma está secuenciado y su biología es muy conocida.
El equipo experimental usó dos grupos de machos. El grupo afortunado se mezcló con hembras receptivas en la proporción de 5 a 1. El grupo desafortunado de machos sufrió la siguiente tortura. Cada macho tuvo tres sesiones diarias de una hora con una hembra que acababa de copular y estaba preñada por lo que rechazaba de forma constante el cortejo. Las sesiones de rechazo sexual se repitieron durante cuatro días.
Al cabo de los cuatro días, los machos de ambos grupos fueron reunidos en un recinto con dos contenedores de comida. Uno de ellos tenía comida normal. El otro tenía comida mezclada con alcohol al 15%. El grupo de machos rechazados manifestó una clara preferencia por la comida alcohólica mientras que los machos satisfechos no probaron el alcohol.
Dando un paso más, los investigadores pusieron a los machos rechazados en un entorno con hembras receptivas. Tras copular con ellas, volvieron a llevarlos al recinto con comida. Ahora, ya satisfechos sexualmente, ya no querían probar el alcohol.
Para comprobar si la conducta alcohólica se debía al rechazo o la privación, los investigadores retorcieron un poco más el experimento. Esta vez otros desafortunados machos estuvieron en contacto con varias hembras vírgenes. Muy desafortunadas también ya que habían sido decapitadas (parece que decapitar moscas es un procedimiento habitual puesto que viven varias horas sin cabeza). Los machos fueron llevados al recinto con comida y también prefirieron al alcohol. De modo que al parecer, era la privación de sexo y no el rechazo lo que llevaba al comportamiento alcohólico. Aunque este punto es más sutil ya que dado que las moscas no hablan con los experimentadores, no es fácil saber cómo se sentían.
En la base biológica del asunto subyace una molécula, llamada neuropeptido F (NPF). Los machos rechazados tenían la mitad de NPF en sus pequeños cerebros. Los investigadores comprobaron que suministrando NPF a los machos rechazados sexualmente estos abandonaban su alcoholismo y viceversa, bajando el NPF en los machos satisfechos, estos se daban a la bebida.
Al parecer el NPF tiene un correlato biológico en los seres humanos ya que existe una molécula semejante. De lo que caben pocas dudas es de que el comportamiento de los machos de Drosophila melanogaster y deHomo Sapiens en relación al sexo y el alcohol es muy similar.

Artículo publicado originalmente en ALT1040

domingo, 16 de octubre de 2011

En el sexo lo que más importa es el tamaño (del cerebro humano)

El tamaño del cerebro humano importa tanto que condiciona por completo nuestro modo de entender el sexo.
En su libro, El Cerebro Accidental, David Linden plantea la sexualidad humana de un modo interesante. La historia común es la de la monogamia (o monogamia sucesiva) en la que el varón colabora en la crianza de los hijos. Esto es del todo anormal en las sociedades animales. El motivo es el tamaño del cerebro.
El 95% de los mamíferos no forma relaciones estables de pareja. El periodo fértil del ciclo ovulatorio femenino es evidente y reconocido por todos los miembros de la comunidad. Durante este tiempo la hembra copula todo lo que puede, con frecuencia con múltiples machos. Después los machos se alejan y no cooperan en la crianza de la prole. Fuera del periodo fértil, los machos y hembras no se relacionan.
Las historia en humanos es opuesta. La mujer oculta la ovulación. Ni ella misma ni el hombre saben cuando es fértil. Copulan por tanto cuando es fértil y cuando no. El hombre está a su lado durante toda la ovulación, normalmente durante varias ovulaciones o durante toda la vida. Este es el modo en el que sabe razonablemente cual es su descendencia. Cuando la mujer da a luz, el hombre colabora en la crianza (sea directamente, o proporcionando comida y cobijo). La mujer es incapaz por si sola de criar a la prole. El bebé tiene un enorme cerebro que pasa por el canal del parto con dificultad. El bebé humano es muy inmaduro. Después de nacer, el cerebro sigue creciendo. El hombre debe de criar a sus hijos o de lo contrario estos morirán y el hombre no perpetuará sus genes. Además, si el hombre se queda en casa, copulará con frecuencia (no tiene que esperar al periodo fértil como los animales) y no gastará recursos criando a la descendencia de otro macho.

martes, 20 de septiembre de 2011

El homúnculo que refleja por primera vez los genitales femeninos.

El homúnculo es la representación distorsionada del mapa corporal senoriomotor en el cerebro. Esta clásica imagen fue creada por Penfield en los años 30. Se obtuvo mediante la estimulación eléctrica durante cirugía del cerebro abierto. Los sujetos informaban de la parte del cuerpo en la que sentían algo cuando el cerebro era estimulado. Los órganos genitales quedaron al margen de los estudios.
En este estudio, se ha explorado la representación cortical de los genitales femeninos. Dos novedades técnicas se presentan respecto de los estudios de los años 30. En primer lugar se realiza mediante autoestimulación del clítorix, vagina, cervix y pezones. En segundo lugar, los datos se recogen mediante resonancia funcional magnética fMRI. El resultado es un nuevo homúnculo en el que se incluyen los genitales femeninos. Como curiosidad, los pezones activan la zona torácica, pero además se superpone con clítoris, vagina y cervix.
El plan experimental no deja de ser curioso. La mujer sujeto experimental se introduce en un aparato de resonancia magnética, un gran cilindro abierto, en el que muchas personas sufren claustrofobia. Una vez dentro se autoestimulan el clítoris con el dedo en varias sesiones experimentales controladas así como la vagina con un consolador que ellas mismas traían de casa. Es imaginable la situación en estudios fMRI sobre la eyaculación masculina en los que el hombre sujeto experimental es estimulado manualmente por su pareja. No conozco estudios fMRI sobre el coito debidos probablemente al reducido espacio y la requerida inmovilidad para que el cerebro sea bien escaneado.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El orgasmo femenino continúa siendo un misterio.

Wired presenta un interesante artículo sobre el orgasmo femenino basado en un estudio con gemelos.
"Un estudio de la función orgásmica en miles de gemelos no encontró ninguno de los patrones estadísticos esperados si el orgasmo femenino fuera simplemente un subproducto casual de la selección natural en el macho, como se ha sugerido"
El orgasmo masculino es relativamente sencillo de explicar en términos evolutivos. Hace que el hombre practique más el sexo y con ello continúe su linaje.
Al contrario que el orgasmo masculino que se da en todas las especies de primates, algunas de estas especies carecen de orgasmo femenino como los gibones. En los humanos, los hombres tienen más orgasmos que las mujeres. Un 10% de las mujeres dice no tener orgasmos. Muchas mujeres requieren la estimulación clitórica para tener un orgasmo y la simple penetración no lo produce. Si la función del orgasmo femenino fuera aumentar la procreación, entonces a) debería estar ligado a la penetración y no a la estimulación clitórica y b) debería ser más sencillo de conseguir.
Una explicación es que el orgasmo femenino es un subproducto evolutivo ligado al macho y compartido por la hembra. Es decir, la mujer comparte un rasgo biológico del hombre para quien el orgasmo sí es evolutivamente importante. Exactamente al revés que los pezones masculinos.
En el estudio se investigaron 1.803 parejas de gemelos (twins) del distinto sexo y 2.287  parejas de gemelos del mismo sexo preguntándoles con que facilidad y frecuencia alcanzaban el orgasmo.
Los gemelos del mismo sexo correlacionan (hombres-hombres y mujeres-mujeres) pero los gemelos de distinto sexo no aunque comparten material genético. Esto parece contradecir la teoría del orgasmo femenino como subproducto del orgasmo femenino.
La base evolutiva del orgasmo femenino humano ha sido objeto de un acalorado debate científico, que ha intensificado recientemente. Muchas explicaciones adaptativas han sido propuestas, desde una función de reforzamiento de la pareja y la selección del macho hasta succionar el esperma, pero estas han sido cuestionadas por falta de lógica y / o pruebas. La teoría alternativa popular es que el orgasmo femenino no es adaptativo y evolutivo es sólo  un subproducto del sistema de eyaculación-orgasmo del varón. Esta teoría no ha sido adecuadamente probada. () Utilizando los datos de un cuestionario a más de 10 000 gemelos finlandeses y medio-hermanos, se encontró variación genética significativa en la función orgásmica tanto hombres como mujeres, pero no hay una correlación significativa entre el sexo opuesto de gemelos y medio-hermanos. Esto sugiere que diferentes factores genéticos subyacen a la función del orgasmo masculino y femenino y que la acción de la selección en la función orgásmica masculina no actúa de forma sustantiva en la función orgásmica femenina. Estos resultados desafían la teoría del orgasmo femenino como sub-producto .
El orgasmo femenino sigue siendo un misterio.