El interfaz cerebro máquina o BCI (del inglés Brain Computer Interface) está ayudando a miles de personas discapacitadas. ¿Generará un nuevo mundo de supercapacitados?
Oscar Pistorius es un hombre discapacitado sudafricano. Sus dos piernas fueron amputadas por debajo de la rodilla. Para poder caminar se colocó unas prótesis. Con el tiempo observó que la mejora de las prótesis, llamadas Cheetah, guepardo, le permitía correr. Correr mucho. Tanto que corre más que la mayoría de humanos sanos y participó en los Juegos Olímpicos de Londres.
Prótesis
Las prótesis existen desde siempre. Una pata de palo. O un gancho en lugar de la mano. Más sofisticado es el uso de gafas. Las personas discapacitadas se han beneficiado de ellas durante siglos. En los últimos años su desarrollo es extraordinario. No solo en las discapacidades físicas. También en las neurológicas.La guerra deja miles de muertos cada año. También amputados de piernas y brazos. Otros accidentes, entre los que predominan los de tráfico, generan miles de parapléjicos, personas con lesiones medulares que no pueden mover piernas o brazos. La necesidad humana y la oportunidad económica son gigantescas.
Decenas de centros de investigación trabajan para ayudar a estas personas. Cada semana aparecen en la prensa mundial artículos sorprendentes sobre innovaciones en este área.
La tecnología BCI puede ser de entrada o de salida. De entrada sucede cuando se ayuda a superar una determinada discapacidad sensorial como la sordera. De salida ocurre cuando se suple la deficiencia de un miembro como en una amputación o parálisis.
Una interfaz BCI consta de dos partes. Una de ellas es la propia interfaz que lee el lenguaje de las neuronas y lo interpreta. La otra parte es un mecanismo robótico que ejecuta una acción. Pongamos el caso de un miembro amputado sustituido por un brazo robótico. Las órdenes que el cerebro envía a un brazo sano son sumamente complejas y viajan a través de miles de neuronas. Un interfaz es capaz de captar tan solo unos pocos impulsos, en absoluto la riqueza de una orden cerebral. De modo que el brazo robótico es un sofisticado robot que responde a unos pocos impulsos y realiza la tarea de alargamiento, torsión de la muñeca, cierre de la mano y sensibilidad de los movimientos de forma semiautomática.
Brazos robóticos, piernas que sincronizan sus movimientos, sillas de ruedas movidas con la mente. Un sinfín de dispositivos para ayudar a los discapacitados. El científico Stephen Hawking es buena prueba de ello.
Implantes neurales
Pero no es solo un problema de movilidad. También las funciones cerebrales y sensoriales se ven afectadas. 200.000 personas usan implantes cocleares en todo el mundo. Personas sordas que hubieran visto reducida su capacidad mental y de comunicación severamente. Los implantes retinianos están comenzando a aparecer. Restaurar la visión es el sueño de muchos ciegos.Un aspecto esencial para el éxito de los implantes cocleares y de retina es el momento de la lesión. Existen ventanas de maduración del sistema nervioso. Alguien sordo o ciego de nacimiento no formará adecuadamente su corteza auditiva o visual y se beneficiará poco del implante si este se realiza siendo el sujeto adulto. Muchos casos de sordera son congénitos y el implante ha de realizarse de forma precoz para que ayude en el desarrollo del cerebro. Por el contrario, muchos casos de ceguera ocurren cuando sujeto ya es adulto y ha formado correctamente las estructuras visuales de su cerebro.
Incluso las enfermedades mentales y psiquiátricas están empezando a usar electrodos implantados. La epilepsia, el párkinson o la depresión severa pueden verse beneficiadas por ellos.
Supercapacitados
El comité deportivo estuvo dudando si admitir la participación de Oscar Pistorius ya que las prótesis Cheetah le proporcionan una ventaja extra. Parece razonable. Similar al dopaje. En determinadas disciplinas es una tremenda lacra, pero competir sin doparse es una gran desventaja.¿Hasta qué punto la tecnología BCI es razonable? ¿Es moral? Las personas discapacitadas son los primeros candidatos. Tienen poco que perder y mucho que ganar. ¿Y después? ¿Querrían como Oscar Pistorius ser supercapacitados? ¿Y las personas normales, tú o yo? ¿Por qué no correr más o vivir más o mejor o ser más feliz o ser más atractivo?
El asunto se complica más con los implantes neurales. Con el tiempo ayudarán a mejorar los rendimientos intelectuales, aumentaran la percepción en una suerte de realidad aumentada interna. Si eres el único que no los usas y eres el peor de la clase, ¿cambiarías de opinión? ¿Debería ser obligatorio declara un implante?
No desdeñemos el mundo de la ciencia ficción. Los cyborg están más cerca de lo que parece.
Artículo publicado en ALT1040
vivir más o mejor
ResponderEliminarMe has convencido ¿donde hay que firmar?