martes, 13 de agosto de 2013

¿Experiencias cercanas a la muerte en ratas?

Un estudio ha investigado el comportamiento cerebral en ratas después de la muerte clínica. Ha encontrado signos de actividad durante 30 segundos. ¿Tiene esto que ver con las experiencias cercanas a la muerte que narran muchas víctimas de ataques cardíacos?



El estudio ha suscitado polémica porque las experiencias cercanas de la muerte ECM siempre van acompañadas de un gran escepticismo científico. En este caso, el estudio realizado con ratas es un estudio científicamente controlado del que se pueden sacar algunas conclusiones.

Un mamífero se considera clínicamente muerto cuando su corazón ha dejado de latir y no fluye sangre por sus venas. En 2007, científicos de la Universidad de Michigan estaban investigando la actividad cerebral en ratas que habían sufrido un ataque cardíaco. Tres de ellas murieron durante la noche y los científicos descubrieron con sorpresa que su actividad cerebral se había incrementado después de la muerte. De modo que se pusieron a investigar.

El equipo implantó electrodos en los cerebros de nueve ratas para medir las ondas cerebrales, alfa, beta, gamma... Sedaron y anestesiaron a las ratas y les suministraron una inyección letal que paró sus corazones. 

El resultado de la medición fue que, en efecto, algunas de las ondas cerebrales aumentaron su fuerza durante un breve periodo. Estas ondas llamadas gamma se sincronizan y ponen en contacto grandes y remotas zonas del cerebro. Parece que el objetivo es coordinar una respuesta global del cerebro ante determinadas situaciones. A las ondas gamma también se les atribuye una gran responsabilidad en la conciencia.

De modo que el resultado es que las ratas tuvieron una cierta actividad cerebral durante unos 30 segundos después de la muerte. A partir de aquí se abre el terreno para las elucubraciones.

Cerca de un quinto de las personas que sufren ataques cardíacos y sobreviven narran experiencias cercanas a la muerte. Los pacientes relatan estas experiencias como más reales que la realidad. Hace unos meses, un neurocirujano escribió un libro al respecto. El Dr Eben Alexander sufrió una meningitis y durante el tiempo en el que estuvo en coma vivió este tipo de experiencias. Con ello escribió un libro, Prueba del Cielo, que se ha convertido en un Best Seller durante 35 semanas y ha vendido más de dos millones de copias. El problema del Dr Eben Alexander no es que relatara su experiencia, sino que aprovechó su condición de neurocirujano para dar un apoyo científico a sus vivencias del todo subjetivas.

El estudio de las ratas sugiere algunas reflexiones. La muerte es un proceso. No es un momento, antes del cual estás vivo y después muerto. Eso sí, es bastante rápido. Pero no tan rápido para que todo suceda a la vez. Puede haber múltiples explicaciones al aumento de la actividad cerebral. Una muy lógica supone que es una respuesta del cerebro, una gran alarma que activa todos los circuitos para salvarse de la muerte mientras queda energía. Otra respuesta neurofisiológica más prosaica dice que la falta de oxígeno y glucosa estimula la actividad cerebral durante unos instantes.


Siempre habrá alguien como el Dr Eben Alexander que aproveche la ocasión para contarnos una milonga y vender millones de libros. Lo cierto es que no es ético investigar con personas para ver cómo se mueren. Por ello, investigaciones como la presente son fundamentales para comprender como nos llega la muerte.

1 comentario:

  1. Me parece genial toda investigación que se realice en esta materia, pero hay cuestiones que se sale la lógica y me gustaría comentar. ¿Como se explica que personas invidentes de nacimiento lograran ver en una ECM, incluso imágenes que jamás su cerebro logró procesar?. ¿Como se explica que abandonen el cuerpo y puedan ver lo que está ocurriendo en la sala o lugar donde se encuentran?.
    Estas experiencias están corroboradas por muchas personas que han vivido una ECM y, o nos mienten todas, o algo se nos escapa.
    Las distintas fases de una ECM son coincidentes en la inmensa mayoría de los casos, descritas como totalmente reales y todos resaltan el inmeso amor que sienten. Es para tener en cuenta.
    Cierto es que si existe explicación científica ojalá algún día logremos descifrarla, pero con seguridad plena. Tampoco nos ceremos a pensar que la muerte tal vez sea la puerta a una nueva etapa. Porqué no?. ¿Acaso no estamos vivos hoy? ¿Acaso no comenzamos algo tan maravilloso e inexplicable como es la vida un día y momento determinado?. ¿Porqué no puede existir un proceso similar cuando abandonamos el mundo?.
    Estemos abierto a todo.

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