El reconocimiento de caras, su rapidez y fiabilidad es esencial para los humanos. Pero últimamente también lo es para las máquinas. Las policías y organizaciones de seguridad de todo el mundo desean tener sistemas automatizados de reconocimiento facial.
Para entrar en USA por avión hay que posar ante una cámara además de enseñar el pasaporte. Es probable que esta cámara, además de sacar una foto fija de nuestro rostro lo compare con personas cuya entrada se espera impedir. Hasta la fecha esta tarea la realizaban los humanos, pero cada vez con mayor frecuencia será algo que hagan las máquinas.
Reconocer caras es algo muy difícil en lo que los humanos somos expertos. No se trata de algo que hacemos usando áreas inespecíficas del cerebro como calcular, jugar al ajedrez, razonar... Disponemos de un área concreta de reconocimiento de caras, un área congénita, precableada. Esto es debido a que debemos reconocer caras con exactitud y premura sin que ello dificulte el resto de operaciones mentales. Es decir, en paralelo. Reconocemos caras pese a que hayan cambiado con los años, con el maquillaje, con las gafas, con la barba, en distintas condiciones de iluminación, en distintos ángulos y en movimiento. Lo hacemos muy bien. Es por ello sorprendente que los ordenadores puedan hacerlo mejor. Ya sabemos que calculan mejor y que juegan mejor al ajedrez, pero ¿reconocen mejor las caras? ¿Nos superan también en este particular Test de Turing?
Un estudio realizado en la Universidad de Tejas ha comparado diversos algoritmos de reconocimiento de caras. El resultado ha sido sorprendente: los mejores algoritmos superan a los humanos. Aunque (y esto también ocurre con el ajedrez) el equipo imbatible es el de un humano asistido por una máquina.
También han comparado los algoritmos de SW para distintas razas. El SW blanco reconoce mejor a los blancos y el SW oriental reconoce mejor a los orientales. No es de extrañar y es por cierto lo mismo que nos ocurre a los humanos.
El reconocimiento de emociones por ordenador es otro importante área de trabajo. Aplicando una malla a una fotografía se calcula la expresión facial basándose en las arrugas de la frente, la curva de los labios, la forma de las cejas y las mejillas... El SW no es muy fiable, 85%, pero mejorará.
Ya hay anuncios y en un futuro próximo los algoritmos de reconocimiento facial serán ubicuos, en Windows 8, en máquinas de fotos, en móviles, en porteros automáticos, para detección de delincuentes, como contraseña...
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