Ahora un equipo de científicos le ha implantado unos electrodos en el brazo con los que puede "controlar" una mano prostética que aún no está adherida a su brazo.
- Como la mayoría de los amputados, todavía percibo mi brazo perdido. Cierro los ojos y trato de pensar que mi mano aún existe.
- Si no tiene la mano, ni el antebrazo, ¿cómo puede moverlos?
-Es difícil de explicar. Cierro los ojos y me concentro. Tengo una mano, tengo dedos, puedo moverlos. Necesito silencio. Es muy estresante. Cuando vi moverse la mano es como si hubiera marcado un gol en el último minuto.
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