Un interesante estudio revela la comprensión del lenguaje de Chaser, una perra border collie. Mediante cuatro experimentos se investigó su capacidad para adquirir habilidades de lenguaje receptivo. En esencia el animal asignaba correctamente nombres propios (hasta 1022), distinguía entre nombres y verbos e incluso era capaz de distinguir nombre comunes.
- El experimento 1 demostró que Chaser aprendió y retuvo, durante un período de 3 años de entrenamiento intensivo, los nombres propios de 1022 objetos.
- En el experimento 2 se presentaron al azar combinaciones en parejas de tres órdenes y tres nombres y se demostró que Chaser entendió la diferencia de significado entre las órdenes y los nombres propios. Chaser entendió que los nombres se refieren a objetos, independiente de la conducta dirigida hacia los objetos.
- El experimento 3 demostró la capacidad de Chaser para aprender tres sustantivos comunes - palabras que representan categorías. Chaser demostró las asignaciones de nombre a objeto: uno-a-muchos (nombre común) y muchos-a-uno (múltiples nombres).
- El experimento 4 demostró la capacidad de Chaser de aprender palabras mediante el razonamiento deductivo por exclusión - inferir el nombre de un objeto basado en la novedad entre los objetos familiares que ya tenían nombres.
En conjunto, estos estudios indican que Chaser adquirió la comprensión referencial de los sustantivos, una habilidad que se atribuye normalmente a los niños, que incluye:
- la conciencia de que las palabras pueden referirse a objetos,
- la conciencia de las claves verbales que mapean las palabras sobre los objetos referidos, y
- la conciencia de que los nombres pueden referirse a objetos únicos o a categorías de objetos, independientemente de los comportamientos dirigidos hacia esos objetos.
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