sábado, 27 de octubre de 2012

Moscas rechazadas sexualmente prefieren el alcohol


Según un estudio publicado en Science, los machos de la mosca de la fruta que son rechazados sexualmente prefieren las bebidas alcohólicas.

No somos como las moscas ¿o sí? Un macho de la especie humana es rechazado sexualmente por una hembra. Despechado, va al bar y comienza a beber. Suena bastante familiar. Resulta que esto es el o que ocurre en la mosca de la fruta, la famosa Drosophila melanogaster, animal favorito de experimentación ya que entre otras cosas su genoma está secuenciado y su biología es muy conocida.
El equipo experimental usó dos grupos de machos. El grupo afortunado se mezcló con hembras receptivas en la proporción de 5 a 1. El grupo desafortunado de machos sufrió la siguiente tortura. Cada macho tuvo tres sesiones diarias de una hora con una hembra que acababa de copular y estaba preñada por lo que rechazaba de forma constante el cortejo. Las sesiones de rechazo sexual se repitieron durante cuatro días.
Al cabo de los cuatro días, los machos de ambos grupos fueron reunidos en un recinto con dos contenedores de comida. Uno de ellos tenía comida normal. El otro tenía comida mezclada con alcohol al 15%. El grupo de machos rechazados manifestó una clara preferencia por la comida alcohólica mientras que los machos satisfechos no probaron el alcohol.
Dando un paso más, los investigadores pusieron a los machos rechazados en un entorno con hembras receptivas. Tras copular con ellas, volvieron a llevarlos al recinto con comida. Ahora, ya satisfechos sexualmente, ya no querían probar el alcohol.
Para comprobar si la conducta alcohólica se debía al rechazo o la privación, los investigadores retorcieron un poco más el experimento. Esta vez otros desafortunados machos estuvieron en contacto con varias hembras vírgenes. Muy desafortunadas también ya que habían sido decapitadas (parece que decapitar moscas es un procedimiento habitual puesto que viven varias horas sin cabeza). Los machos fueron llevados al recinto con comida y también prefirieron al alcohol. De modo que al parecer, era la privación de sexo y no el rechazo lo que llevaba al comportamiento alcohólico. Aunque este punto es más sutil ya que dado que las moscas no hablan con los experimentadores, no es fácil saber cómo se sentían.
En la base biológica del asunto subyace una molécula, llamada neuropeptido F (NPF). Los machos rechazados tenían la mitad de NPF en sus pequeños cerebros. Los investigadores comprobaron que suministrando NPF a los machos rechazados sexualmente estos abandonaban su alcoholismo y viceversa, bajando el NPF en los machos satisfechos, estos se daban a la bebida.
Al parecer el NPF tiene un correlato biológico en los seres humanos ya que existe una molécula semejante. De lo que caben pocas dudas es de que el comportamiento de los machos de Drosophila melanogaster y deHomo Sapiens en relación al sexo y el alcohol es muy similar.

Artículo publicado originalmente en ALT1040

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